La actividad se oferta para mayores de 16 años con lesiones o patologías

9 de septiembre de 2024

El Club de Mar Radazul ofrece desde el pasado mes de julio natación terapéutica, actividad dirigida a mayores de 16 años que padezcan alguna lesión o patología. Las sesiones tienen lugar todos los lunes y miércoles, entre 9:30 y 10:20 horas, pudiendo ser tanto personales como grupales, con seis usuarios como máximo por turno. Dichas sesiones se pueden contratar mensualmente, tanto para una jornada como para dos, llamando al 611 800 907.

Se oferta un conjunto de actividades o ejercicios realizados en el agua encaminados a la rehabilitación o compensación de determinadas dolencias articulares o lesiones: desviación de columna, problemas de cadera o rodilla, etc. Se trata de un programa que busca aprovechar las propiedades que el medio acuático presenta. Y es que el agua es una aliada para recuperar lesiones o mitigar dolores. La gravedad disminuye en el agua y eso resulta de gran ayuda en determinados ejercicios. El agua lo hace todo mucho más sencillo.

¿Hay que saber nadar?

Para realizar natación terapéutica no es estrictamente necesario saber nadar. Aquí algunos puntos a considerar:

    1. Adaptación del programa: Los programas de natación terapéutica pueden ser adaptados para personas que no saben nadar, utilizando ayudas como chalecos salvavidas, tablas de flotación y el apoyo constante del profesional.

    2. Aguas poco profundas: Muchas sesiones de natación terapéutica se realizan en aguas poco profundas, donde el paciente puede mantenerse de pie y sentirse seguro.

    3. Beneficios del agua: El agua ofrece un bajo impacto, que facilita la rehabilitación sin necesidad de saber nadar. La flotabilidad del agua reduce la carga en las articulaciones, permitiendo movimientos que podrían ser dolorosos o difíciles en tierra.

    4. Supervisión constante: El profesional siempre está presente para guiar y apoyar al paciente, velando por su seguridad en todo momento.

Por lo tanto, aunque saber nadar puede ser útil, no es un requisito indispensable para aprovechar los beneficios de la natación terapéutica.

¿Qué titulación tiene el especialista que dirige la actividad?

Graduado en Ciencias de la Actividad Física o técnico en Actividad Físico Deportiva.

¿Conviene para casos de artrosis?

Sí, la natación terapéutica es muy beneficiosa para personas con artrosis.

    1. Bajo impacto en las articulaciones: La flotabilidad del agua reduce significativamente la presión sobre las articulaciones afectadas por la artrosis. Esto permite que las personas realicen ejercicios sin el dolor y la incomodidad que podrían experimentar en un entorno terrestre.

    2. Mejora de la movilidad: La resistencia suave del agua ayuda a fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones, mejorando la movilidad y la flexibilidad. Esto es crucial para mantener la funcionalidad y reducir la rigidez en las articulaciones afectadas por la artrosis.

    3. Mejora de la circulación: La actividad física en el agua estimula la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud general de las articulaciones.

    4. Bienestar general: La natación terapéutica no solo mejora el estado físico, sino que también tiene beneficios psicológicos, como la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo, lo cual es importante para las personas que viven con dolor crónico.

La natación terapéutica es una opción altamente recomendable para el manejo de la artrosis, proporcionando un entorno eficaz para el ejercicio.

¿Mejorar la hipertensión?

Sí, la natación terapéutica puede ser beneficiosa para personas con hipertensión.

    1. Ejercicio cardiovascular suave: La natación es un ejercicio cardiovascular que mejora la salud del corazón y la circulación. Al realizarse en el agua, la natación terapéutica ofrece un entorno de bajo impacto, que permite un ejercicio efectivo para personas con hipertensión, sin ejercer una presión excesiva sobre el sistema cardiovascular.

    2. Reducción del estrés: El ejercicio en el agua puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, lo cual es importante porque el estrés es un factor que puede contribuir a la hipertensión. La sensación de flotabilidad y el entorno relajante del agua pueden promover una sensación de bienestar y reducir la presión arterial.

    3. Mejora de la circulación: La presión hidrostática del agua (la presión que el agua ejerce sobre el cuerpo) ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Esto puede ayudar a reducir la acumulación de líquidos en las extremidades y mejorar la función cardiovascular, lo que es beneficioso para la presión arterial.

    4. Control de peso: La natación terapéutica puede ser parte de un programa de ejercicio para controlar el peso. Mantener un peso saludable es crucial para el manejo de la hipertensión, ya que el exceso de peso puede aumentar la presión arterial.

La natación terapéutica puede ser una herramienta efectiva para mejorar la hipertensión, siempre y cuando se realice de manera controlada y adaptada a las necesidades individuales del paciente. Es importante que las personas con hipertensión consulten con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, incluida la natación terapéutica.

¿Se necesita una prescripción o prueba médica?

Sí, generalmente se recomienda contar con una prescripción o evaluación médica antes de comenzar un programa de natación terapéutica. Por qué:

    1. Evaluación de la condición de salud: Un médico puede evaluar tu condición física y determinar si la natación terapéutica es adecuada para ti, considerando cualquier afección crónica, lesiones, o limitaciones físicas que puedas tener.

    2. Personalización del tratamiento: Con una prescripción médica, el profesional puede diseñar un programa de ejercicios específico que se ajuste a tus necesidades y limitaciones, asegurando que el tratamiento sea seguro y efectivo.

    3. Identificación de riesgos: Algunas condiciones de salud podrían requerir precauciones especiales o incluso ser contraindicadas para la natación terapéutica. Un médico puede identificar estos riesgos y aconsejar sobre las mejores prácticas o si es necesario evitar este tipo de terapia.

¿Sirve para preparación del parto?

Sí, la natación terapéutica puede ser muy beneficiosa como parte de la preparación para el parto.

    1. Ejercicio de bajo impacto: La natación terapéutica es un ejercicio suave y de bajo impacto, ideal para las mujeres embarazadas. El agua soporta el peso del cuerpo, reduciendo la presión sobre las articulaciones y la columna vertebral, lo que es especialmente útil a medida que avanza el embarazo.

    2. Fortalecimiento muscular: Los ejercicios en el agua pueden ayudar a fortalecer los músculos del core, la pelvis y la espalda, que son cruciales durante el embarazo y el parto. Un core fuerte puede ayudar a mejorar la postura, reducir el dolor de espalda y facilitar el trabajo de parto.

    3. Mejora de la circulación: La natación terapéutica mejora la circulación sanguínea, lo que ayuda a reducir la hinchazón y la retención de líquidos, problemas comunes durante el embarazo.

    4. Alivio del estrés: Estar en el agua tiene un efecto relajante, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. La relajación es importante durante el embarazo, ya que un estado mental tranquilo puede contribuir a un parto más fácil.

    5. Preparación respiratoria: Los ejercicios de respiración en el agua pueden mejorar la capacidad pulmonar y la conciencia respiratoria, lo que es útil durante el trabajo de parto para controlar el dolor y mantener la calma.

    6. Mejora de la flexibilidad: La natación terapéutica ayuda a mantener o mejorar la flexibilidad, especialmente en las caderas y la pelvis, lo que puede facilitar un parto más cómodo.

¿A partir de que número de sesiones se empiezan a sentir los resultados?

El número de sesiones necesarias para empezar a sentir los resultados de la natación terapéutica puede variar según varios factores, incluyendo la condición que se está tratando, la gravedad de los síntomas, la frecuencia de las sesiones, y la respuesta individual al tratamiento, una idea general:

    1. Resultados a corto plazo (2-4 sesiones):

        En este periodo, es posible que los pacientes empiecen a sentir una mejora en la movilidad y una reducción del dolor debido a la relajación muscular y la disminución de la tensión en las articulaciones. Algunos también pueden experimentar una mejoría en el estado de ánimo y una reducción del estrés desde las primeras sesiones.

    2. Resultados a medio plazo (4-8 sesiones):

        Durante este tiempo, se suelen observar mejoras más significativas en la fuerza muscular, la flexibilidad, y la resistencia. También es probable que los síntomas relacionados con la condición que se está tratando, como la rigidez articular o el dolor crónico, comiencen a reducirse de manera más consistente.

    3. Resultados a largo plazo (8-12 sesiones o más):

        Con un compromiso regular, los beneficios se vuelven más pronunciados y sostenibles. La mayoría de los pacientes reportan una mejora considerable en su calidad de vida, incluyendo una mayor funcionalidad física, reducción del dolor crónico, y mejor control de condiciones como la artrosis o la hipertensión.

Es importante recordar que los resultados pueden ser acumulativos, y la constancia en la terapia es clave. Para algunas personas, los beneficios pueden sentirse desde las primeras sesiones, mientras que otras pueden necesitar más tiempo para notar mejoras significativas.