Los jugadores de Primera llevan toda la vida haciendo deporte en la entidad de la costa de El Rosario

28 de julio de 2025

Édgar Pérez García y Óscar Rueda Dorta cuentan con orgullo su relación con el Club de Mar Radazul. Desde que eran unos niños más divirtiéndose en las instalaciones de la entidad de la costa de El Rosario cultivaron su afición por el deporte, lo que con el paso de los años les terminó llevando al pádel, disciplina en la que han adquirido notoriedad, hasta el punto de ser a día de hoy jugadores de Primera. Es habitual verlos defender los colores de Radazul en la Liga Chanvergas. Aunque les gusta competir formando pareja, muchas veces lo hacen con diferentes compañeros, tanto en torneos de Tenerife como de Canarias.

Los dos empezaron jugando al tenis en el club, en una época en la que hacían mucha vida en el mismo. Óscar explica que “en verano veníamos a las colonias y pasábamos aquí todo el día”. Sin dejar los deportes de raqueta, cuando a comienzos del presente siglo se estrenaron las pistas de pádel, decidieron probar, iniciando así su recorrido en este deporte que tanto les apasiona.

Ambos han sido testigos de la evolución que ha tenido el pádel en los últimos tiempos. “Este deporte, como todos, se ha ido haciendo cada vez más físico”, señala Édgar. Sin caer en obsesiones, para Óscar es importante tener una buena preparación: “Siempre hay cosas que mejorar. Si estás un tiempo sin jugador o sin entrenar pierdes el toque”, señala. Mientras que Édgar dice al respecto que “juego al pádel también para mantener la forma física, que para mi es algo importante”.

El pádel les acompaña por tanto en sus vidas desde hace años. Óscar cuenta que “estudié en Alemania y allí seguí jugando, aunque te diré que en ese tiempo en Múnich solo había una pista. Pero eso me dio la oportunidad de conocer gente allí. Y de ahí pasé a viajar por Europa para jugar en diferentes torneos”.

Se alegran de contar con dos pistas en el club y de que las mismas hayan sido recientemente remozadas. Un lujo en una isla donde se han multiplicado las instalaciones, pero que a día de hoy son insuficientes. “Si entre semana y por las tardes buscas una pista, no la encuentras”, indican sobre el déficit que existe a día de hoy en Tenerife.

Los dos confirman que el éxito de este deporte no solo tiene que ver con que con muy poco te puedes poner a jugar, sino que ofrece una vertiente social muy importante y que para muchas personas resulta muy atractiva. “Se hacen amigos”, comentan.

Preguntados por sus referentes, no dudan a la hora de hablar de Fernando Belasteguín, Juan Lebrón, Alejandro Galán o Juan Martín. “Los que diría todo el mundo”, señala Édgar, que reconoce “en mi caso consumo pádel como espectador. Intento estar al día de los torneos, de los jugadores que van saliendo, etc”.

Creen que en el pádel hay deportividad si se compara con otras disciplinas, aunque ambos reconocen que también hay piques, sobre todo porque en Tenerife se conocen bastante todos los que practican esta disciplina.

ARABIA

Hay algo que une también a Édgar y Óscar, y es que ambos han probado fortuna en el extranjero. Su destino ha sido el mismo: Arabia Saudita, aunque en distintas etapas. Óscar fue el primero en afrontar la aventura, hace unos años, después de la pandemia; y Édgar lo hizo hace muy poco, señalando al respecto que “estoy preparando un viaje para volver allí”.

Los dos hablan con pasión del lugar. Óscar cuenta que “es otra cultura, pero Arabia es un país que se está abriendo mucho. Me trataron muy bien, fueron muy respetuosos y resultó una gran experiencia. Animo a hacerla. En mi caso, me dio la opción también de conocer también países cercanos, donde pude competir en diferentes torneos”.

Édgar indica que le encantó igualmente la experiencia, tanto en la faceta de entrenador como en la de jugador, aunque también debió esforzarse para adaptarse a un país de clima desértico. “El tiempo es una cosa de locos. En verano la vida se empieza a hacer cuando anochece, porque de día es imposible estar en la calle debido a que el termómetro puede llegar a los 50 grados. En invierno, durante el día la temperatura es agradable, pero cuando cae la noche te mueres de frío, con temperaturas cercanas al cero, aunque te diré que la gente de allí de esto último no se queja”, comenta.

Aunque hay muchas instalaciones ‘in door’, por los rigores del clima, también hay otras al aire libre. Los centros son de bastante calidad, señalan.

El interés de los árabes por el pádel forma parte del clima que se ha creado a raíz del nombramiento hace unos años de Mohammed Bin Salman como príncipe heredero y que en la práctica ha venido ejerciendo de máximo dirigente del país, produciéndose una apertura desconocida hasta ahora.

“La gente joven tiene otra mentalidad”, explican Óscar y Édgar, que ha vivido en primera persona ese interés por el deporte y que no solo tiene que ver con las noticias que llegan a España sobre los fichajes de estrellas de fútbol y la celebración allí de la Supercopa. Cuenta que Arabia está dando pasos en muchos campos: música, turismo… Y es que en el fondo este país sigue siendo un gran desconocido para occidente.