Las Islas de los Bienaventurados o de los Afortunados o también llamadas Islas Afortunadas, se encuentran situadas a medio camino entre la realidad y el mito.
Es muy difícil juzgar si cuando se mencionan por primera vez a estas islas en las fuentes se hace referencia únicamente a un mito o si por el contrario, se hace mención a un espacio real, al que los griegos en su búsqueda de un paraíso adjudican toda una serie de relatos fabulosos, creando así el mito el de las Islas Afortunadas. Islas ricas en alimentos, lejano de su mundo, tan escasos de ellos.
La existencia de los archipiélagos del Atlántico era conocida y así conocían Canarias, Madeira y Azores, en el mundo griego. Crecían historias y relatos sobre la existencia de islas más allá de las Columnas de Hércules. Y así, nuestro archipiélago, se convirtió en un auténtico paraíso…
Todo un lujo al alcance de pocos privilegiados.
Las Islas Canarias reciben el nombre de Afortunadas en la antigüedad y lo conserva porque nos regala horas de sol en abundancia, un clima primaveral durante todo el año y temperaturas que nos permiten la vida al aire libre y el lujo de disfrutar el mar cuando queramos.
No sabemos si ya has disfrutado de tu primer baño en el mar de este año. No sabemos si te has sumergido en la salitre del Atlántico. Si las olas han jugado con tu pelo y has sentido como las gotas de sal, nutren tu piel. No sabemos si ya tus labios han recuperado ese color de juventud saludable. Si la felicidad ha entrado en tu cuerpo al ver volar las gaviotas en la costa. No sabemos si la brisa marina ha acariciado tu rostro o si el sol ha sonrojado tus mejillas.
No. No sabemos si ya has probado tu porción de felicidad este año, pero si no es así, nosotros, en el Club de Mar Radazul, te esperamos para disfrutar de las Islas Afortunadas.